Sinopsis
Desde las primeras representaciones en las cuevas de Altamira -16.000 años atrás en nuestra historia- los esquemas han sido fundamentales para ayudar a “visualizar cosas invisibles”. ¿Es parte de nuestra naturaleza humana? ¿se trata simplemente de una práctica cultural adquirida a través del tiempo? Todos utilizamos trazos, bocetos, pequeñas anotaciones, para clarificar y ordenar ideas. Y las compartimos con otras personas cuando necesitamos transmitir esas ideas que hemos pergeñado. Los esquemas actúan como una estructura que sostiene y ordena –al igual que en un futbolín la barra sostiene a los jugadores- un entramado de elementos que se organizan para dar forma a un mensaje. Esta edición de Experimenta invita a reflexionar sobre el alcance y aporte de este campo, abriendo las posibilidades a un estudio disciplinar y su aplicación práctica, mostrando además al esquema como un campo de desarrollo profesional.