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La creadora vasca, afincada en Barcelona, ha fallecido a los 41 años dejando una huella profunda en la ilustración contemporánea y en el arte mural.

Amaia Arrazola (Vitoria, 1984) fue mucho más que una ilustradora: una narradora visual con un estilo reconocible por su color, ternura y vitalidad. Tras comenzar su carrera en el mundo de la publicidad, dio un giro hacia la ilustración freelance en 2010, firmando proyectos para marcas como Nike o Uniqlo y para instituciones culturales de toda España.

Su obra Wabi Sabi (Lunwerg, 2018), inspirada en una estancia artística en Japón, marcó un punto de inflexión en su trayectoria. Le siguieron títulos como Totoro y yo (2022), un homenaje poético al universo de Hayao Miyazaki. Además de los libros, su arte se desplegó en murales de gran formato y en proyectos públicos como Contra el olvido, dedicado a las “Sinsombrero”.

Arrazola deja tras de sí un legado luminoso, optimista y profundamente humano. Su trazo seguirá habitando librerías, muros y corazones.

🕊️ Algunos de sus títulos permanecen disponibles en nuestro catálogo.