Sinopsis
Entre los cambios más importantes que el progreso del último siglo ha incorporado a las ciudades europeas se encuentra el fenómeno que ha añadido a la condición de ciudad compacta, o contenida, que antes caracterizaba a las
grandes ciudades una proporción muy grande de ciudad abierta, expandida con desenvoltura, incluso sin continuidad y sin aparente limitación.
En lo que concierne a los asentamientos residenciales, el proceso desencadenado en la región metropolitana de Barcelona ha contado con un desarrollo gigantesco de áreas de vivienda aislada en el entorno de las ciudades mayores, pero alcanzando también a amplios territorios rurales separados de ellas. Se pasó así a contar con extensas superficies de suelo parceladas al margen de la ley, en gran parte, y pobladas por ciudadanos de forma contradictoria, sin solución de continuidad con las ciudades compactas, carentes de servicios y sin reservas de suelo para ellos.
De ahí que resulte necesario progresar en la tarea de conversión de tan grandes extensiones de suelo ocupado por parcelaciones de vivienda aislada en partes del territorio urbano de la región metropolitana de Barcelona con las condiciones de calidad y seguridad que todo suelo urbano debe ofrecer.
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