Sinopsis
El siglo XIX mexicano es una época de cambios profundos, vertiginosos, donde una élite reducida emprendió la tarea de implantar la modernidad sobre una sociedad profundamente tradicionalista, conformada en su base por comunidades indígenas y población afromestiza que resistía los cambios, mientras que la élite que los propiciaba, lo hizo atraída por las ventajas que para ellos suponía la adopción del liberalismo económico a imitación de los países más avanzados, en especial de Estados Unidos.
La adopción del libre comercio se correlacionaba con los cambios políticos que debían realizarse tanto para asegurar los logros económicos como para justificar la legitimidad de las transformaciones emprendidas. Esas reformas fueron el motor de la creación del estado mexicano.
Pero la realidad demostró que el proceso no sería nada sencillo y había que enfrentarse a problemas tan graves que llegó a comprometerse la existencia misma del país. Muchos de esos problemas no se han resuelto hoy en día y por ello, para comprender nuestra realidad actual, es necesario dar una mirada al pasado que nos remite al origen de nuestras actuales preocupaciones sociopolíticas.
El Bajo Segura como enclave hidrológico es un obra que recorre las diferentes conexiones que enlazan tradición y modernidad, economía y patrimonio, historia y memoria, configurando un paisaje hidrológico de especial relevancia.
A través de esta obra se pone de manifiesto la importancia del agua en la configuración territorial, agrícola, paisajística, patrimonial y económica de una zona donde los condicionantes climátológicos y geográficos han servido de herramienta para convertir los inconvenientes en ventajas.
Es momento de entender el recurso hídrico como algo más que un simple imput económico, pues tiene importancia como elemento de identidad, como tradición milenaria, como patrimonio paisajístico o como recurso ecoturístico, capaz de poner en valor el carácter evocador del agua.