Sinopsis
No hay dos bosques iguales, cada uno tiene unas señas de identidad propias, con unas características relativas a la flora, fauna, el relieve o en su relación con el hombre únicas dando como resultado un crisol de formaciones boscosas con una marcada personalidad.
Hay bosques luminosos, alegres, donde la luz penetra con relativa facilidad inundándolo todo de color, otros por el contrario cierran con sus hojas los rayos de luz que, aunque lo intentan, les es imposible penetrar hasta la profunda oscuridad del sotobosque. Algunos nos recuerdan cuentos de fantasía o lugares míticos y olvidados y otros, con sus troncos retorcidos y recubiertos de musgos y líquenes, nos trasmiten un profundo pero agradable misterio.
Atravesar los límites del bosque es internarse en otros mundos en otra realidad y sumergirse en un entorno recordado, pero siempre diferente.
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