Sinopsis
Una Granada sin conventos ni iglesias parroquiales hoy sería difícil de concebir. Y ello a pesar de que las "revoluciones" políticas del siglo XIX se cebaron con los centros conventuales y las más recientes del siglo XX arrebataron a los granadinos algunas parroquias del Albaicín. Aun así, portadas barrocas, armoniosas cúpulas, torres mudéjares y sencillas espadañas son todavía parte esencial del paisaje granadino en la actualidad.