Sinopsis
Este noveno ejemplar de la Colección Riada aborda la evolución del Real Cortijo de San Isidro, un espacio-lugar-territorio ubicado en Aranjuez, a 50 km de Madrid, capital del Estado desde el reinado de Felipe II, quien también decidió construir en Aranjuez un palacio para su descanso y disfrute de la naturaleza. Esta condición inicial es un indicio del contexto histórico y geográfico en que se basó al rey Carlos III para ordenar construir, en 1766, el Real Cortijo de San Isidro. Una experiencia agropecuaria ilustrada y fuente de abastecimiento de productos de huerta para la Casa Real.
En 1870, la desamortización de propiedades de la Corona en Aranjuez puso este enclave en manos privadas, alterando el contexto político y social de la vida en él. Pero 154 años después se mantiene vivo y conserva su nombre, además de cierta autonomía existencial, consecuencia de los cambios experimentados a mediados del siglo XX, cuando, desde el Estado se creó un pueblo de colonización —al amparo de la red histórica de canales y acequias preexistentes— que integraba las nuevas viviendas y dependencias con el trazado y arquitectura más significativa del siglo XVIII, respetando el aspecto formal como conjunto de este Pentágono del Rey.
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