Sinopsis
Los cambios acelerados que se están produciendo en las últimas décadas están planteando desafíos ante los que la escuela debe responder. Muchas escuelas están encarando cómo abordar su tarea ante el contexto actual de cambios pero no siempre con los recursos necesarios ni la confianza suficiente. El equipo educativo de cada centro debe ser un equipo humano formado y dispuesto a formarse y autoformarse continuamente. Es necesario un liderazgo educativo colaborativo al que la comunidad escolar reconozca por su autoridad moral y por la confianza que genera.
¿Qué características y cualidades personales deben tener los líderes escolares? Especialistas reconocidos internacionalmente destacan aquí, además de las capacidades y conocimientos, la importancia de las virtudes de la persona que ejerce el liderazgo. El bienestar del profesorado y la confianza relacional son palancas para la mejora de la calidad de la educación y del aprendizaje. El liderazgo debe comprometerse con la evidencia, la investigación sobre la práctica y la indagación docente, que son motores de aprendizaje y desarrollo profesional permanente. En los capítulos finales, expertos en políticas educativas analizan la situación del liderazgo educativo en España y las propuestas y retos que se plantean Cataluña y Euskadi.