Sinopsis
En los postreros años del siglo VIII, cuando la cristiandad se tambalea bajo la espada del islam, un rey solitario se alza como el último heredero del linaje de los godos. Alfonso II de Asturias recibe la mística en la Cova Dominica, una revelación que cambiará su destino. Una fuerzas divinas y antiguas se conjuran en su favor, anunciándole pruebas terribles.
Guiado por la xana Galinda, un espíritu de las arboledas, aprenderá cuál es el sendero de su misión. Alfonso se verá obligado a lidiar con las conjuras palaciegas, batallas y las herejías. La guerra contra el emirato de Córdoba lo lleva a enfrentarse a ejércitos muy superiores, pero su astucia vale tanto como su espada. En estos tiempos de tribulación no está solo, pues cuenta con la ayuda de un audaz espía que se infiltra en el corazón del emirato, descubriendo los peligros que amenazan al frágil reino de Asturias.
En su cruzada por la fe libra un combate silencioso contra la herejía del adopcionismo, proclamada desde la Iglesia de Toledo, mientras el indomable Beato de Liébana lo apoya con el fervor de su pluma. Entre las contiendas y los momentos de duda, el reino se ve reforzado por la aparición de las reliquias de Santa Leocadia, la aparición misteriosa del Arca Santa, y recibe un objeto de poder celestial: la Cruz de los Ángeles, símbolo de la fe y estandarte de la cristiandad.
Desde la lejana Aquisgrán, la augusta Berta, hermana de Carlos el Magno, cruza la mar para intentar eludir su destino: convertirse en su esposa. Su matrimonio no está destinado a ser una alianza carnal, sino una prueba de fe y misterio. A su lado, Berta descubre los secretos que envuelven a su esposo, las visiones de ángeles que lo guían, la aparición de la xana que le susurra las verdades ocultas en los bosques astures, y la sombra de un destino que parece no pertenecer a este mundo.
Pero el mayor hallazgo está aún por venir, pues en los confines de Galicia, en un bosque profundo y olvidado, el eco de una antigua presencia resuena en la noche. La tumba del Apóstol Santiago, el patrón de una nación aún no nacida, aguarda a ser descubierta. Será esta señal la que guiará al reino hacia su destino definitivo, no como un monarca más, sino como el último godo que desafía la oscuridad para alumbrar la esperanza del reino cristiano de la vieja Hispania.