Sinopsis
Es una pena que no contemos con una historia de la soledad, como sí la tenemos del amor, que fue feudal, renacentista o romántico para transformarse en mezcla de sexo sublimado y espíritu degradado en el siglo XX. Nos permitiría comprender en todo su alcance la poesía de Manuel Blanco: poesía para leer calladamente, para recitar, con el ritmo y hondura de la mejor poesía clásica y moderna.
Los temas y los lugares evocados son diversos, sean el amor o los paisajes de abril y de un otoñal noviembre. No importa. Asistimos siempre a la ligazón entre lo humano y la naturaleza, y a la sensación de habitar un mundo en el que ni el exilio ni el regreso llevan a tiempos o espacios donde la soledad no existe.
Porque el tiempo no existe es una antología, pero también un libro que debe leerse de forma unitaria. Los poemas pertenecen a distintas épocas y los hay en castellano y en gallego. En todos subyace esa no contada historia de la soledad.