Sinopsis
La identidad, ya sea individual o colectiva, es un tema de eterna actualidad. Este libro se centra precisamente en proporcionar ingredientes culturales para alcanzar a saber quién se es realidad y en un mundo cambiante constantemente. El mismo vocablo modifica cada poco y así lo reseñó Julio Caro Baroja; es más, es tema antiquísimo y durante siglos ha planteado diferentes interpretaciones y muchos problemas tanto para personas como para sociedades.En el Viejo Testamento se nominan las personas por su nombre: Adán, Moisés, Jacob, Abraham, Isaías, etcétera. Y en el Nuevo Testamento no hay cambios significativos y sigue esa táctica para citar a los individuos: Jesús, Pedro, Mateo, Juan, etcétera, con excepciones como la de San Pablo al que añaden de Tarso, por haber nacido en esa localidad romana y por esa razón tenía ciudadanía del imperio y no la israelita. Otros fueron diferenciados por su sobrenombre y este es el caso de Juan Bautista para no confundirlo con Juan Evangelista, o Judas Iscariote que había que diferenciarlo de Judas el Traidor. En el mundo antiguo el nombre era suficiente para conceder la iden