RAINER WERNER FASSBINDER. SOLO QUIERO QUE ME AMEN

RAINER WERNER FASSBINDER. SOLO QUIERO QUE ME AMEN

SOLO QUIERO QUE ME AMEN
01-08-2018
TRAYECTOS
4520114
9788494875052
360
230
160x230 mm
DIRECTORES DE CINE Y CINEASTAS
PVP
26.00

Sinopsis

Se derramó, gota a gota, sobre piedras calientes. Debajo de las piedras corría el agua negra del tabú, de lo que no se nombra ni se mira a la cara, de la violencia que puede diferirse pero jamás reprimirse del todo. Arriba de las piedras se alzaba el milagro del boom económico alemán, con sus fachadas orgullosas, su moral burguesa, su anhelo nostálgico del Heimat y su gran oportunidad perdida después de la guerra. La oportunidad de barajar y dar de nuevo, de partir del grado cero del horror para ajustar cuentas con un país, con una sociedad, con uno mismo. Él ajustó todas las cuentas, empujó todos los límites, mostró los mecanismos de la dependencia y la opresión. En cada esclavo vive un amo, amo y esclavo ejecutan sus transacciones comerciales, recorren un círculo trazado de antemano. La moneda letal se llama amor. Por amor se entrega y se daña, se libera y se martiriza, se mantienen las cosas como son. El amor es el virus, el laboratorio de la destrucción, la coartada del síndrome fascista. Él no podía parar. Fue el mismo en todas partes, del teatro al cine, de la película de gánsters al melodrama, del melodrama a la serie de TV, de la serie de TV a las producciones internacionales en pantalla. La pantalla era la caja donde guardaba sus espejos, sus maniquíes y sus flores. Creó un Hollywood en Baviera, una casa ambulante para su troupe, un reino de esta tierra para su familia anómala. Revisó críticamente la tradición, desmontó y contaminó, con desmesura y alta precisión, la noción de género. Todos los personajes tuvieron derecho a hablar, sin ser juzgados. Todos. “Soy indulgente al punto de la irresponsabilidad”, declaró Fassbinder.

Este libro no aspira a ser una revisión exhaustiva de su obra, porque no hay marco ni matriz para un hombre exhausto. Cada uno de los textos aquí reunidos opera en su individualidad y, en su conjunto, arman un caleidoscopio o un collage, y alientan el acercamiento a un cuerpo de trabajo que insiste en derramarse. Cuerpo anárquico a todo vapor, bestia de carga. Modo Fassbinder de consumación, arqueología de las emociones. Fassbinder como un síntoma y una provocación. Un desborde en la imagen, una historia de sueños y fantasmas. Una alucinación demoledora, un relámpago.

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