TEORIAS DE LA COMUNICACION Y EL PODER

TEORIAS DE LA COMUNICACION Y EL PODER

OPINION PUBLICA Y PSEUDOCRACIA
28-04-2023
TEXTOS
9788446052975
Rustica
304
365
170x240 mm
CASTELLANO
ESTUDIOS DE COMUNICACION
ESTUDIOS MEDIATICOS
CORRUPCION EN LA SOCIEDAD
TEORIAS DE LA CONSPIRACION
CUESTIONES ETICAS: CENSURA
INDUSTRIAS DE LOS MEDIOS, LA INFORMACION Y LA COMU
PRENSA Y PERIODISMO
INDUSTRIAS DE INTERNET
INFLUENCIA DE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGIA SOBRE LA
PVP
22.00

Sinopsis

Este libro contiene otros dos: un curso abreviado de comunicación (y ciudadanía) digital y un manual de estrategias para intervenir en la esfera pública. Cartografiamos el ecosistema comunicativo: identificamos sus mapas de poder, según quién controla y gestiona los canales y los flujos informativos. La era digital difumina –pero no borra– la frontera entre emisores y usuarios. Y la capacidad de la ciudadanía para generar y viralizar (des)información no ha redundado en más conocimiento sino en pseudocracia: el gobierno de la mentira.

En la democracia deliberativa, que da voz a la sociedad civil, esta actúa como polo de contrapoder: exige transparencia a los representantes de la opinión pública y que los centros de poder rindan cuentas. Para ello, concretamos prácticas y estrategias de generar y procesar información. Las encuadramos en los modelos clásicos que confieren poder a las elites o al «Pueblo» y apostamos por regularlo institucionalmente.

Hablamos del poder que consiste en imponer una narrativa pública, con unas agendas y unos marcos determinados. Así que estos contenidos no conciernen solo a futuros graduados en Comunicación. También constituyen materia de estudio en (pos)grados de Sociología, Ciencias Políticas, Antropología, Trabajo-Educación Social o Magisterio. Igual que la comunicación, estas páginas atraviesan distintas disciplinas y desbordan las fronteras académicas. Ojalá vuelvan a saltar los muros de los campus y se hagan merecedoras de los elogios que equipararon versiones previas de este libro a un «manual de instrucciones» para generar el relato que la opinión pública asume como propio. Esta es la máxima expresión de poder comunicativo. Y, en democracia, determina quién (no) nos representa y gestiona –o destroza– el bien común.